Tarragona, España

Informaciones generales

Secretaria regional

Estatuto administrativo

Provincia de Tarragona, Comunidad Autónoma de Cataluña

Conjunto arqueológico de Tarragona

Año de inscripción

2000

Función histórica

Política y cultural

Localización y sitio

Tarragona se encuentra en la orilla del mar Mediterráneo a 93 km de Barcelona. Es la capital comercial y económica del Sur de Cataluña. Está comunicada por carretera, autopista, ferrocarril y avión con el resto del Estado Español. Es el centro del polígono industrial petroquímico más importante del sur de Europa y uno de los puertos más activos del Mediterráneo Occidental. Es sede universitaria y capital provincial. La ciudad de Tarraco es el primer y más antiguo asentamiento romano en la Península Ibérica. Capital de la provincia Hispania Citerior a partir de Augusto, muestra una singular planificación romana, mediante un sistema de terrazas artificiales que siguen los desniveles naturales del terreno, y una densidad y calidad de monumentos de gran importancia.

Morfología urbana

La ciudad de Tarragona del siglo XXI es heredera de un pasado histórico y patrimonial de gran importancia. Aunque conocida por el legado de época romana, dado su carácter de capital de la provincia Hispania Citerioris, son de remarcar otros elementos que enriquecen sensiblemente su patrimonio, desde época visigótica hasta el siglo XX. No en vano una ciudad viva es un palimpsesto en el cual se va reescribiendo día a día, página a página, su historia a lo largo de los siglos.

A parte de los datos que nos indican ocupación humana en el territorio desde la Prehistoria, ya en los siglos VII-VI a.C. se conocen elementos de un primer asentamiento estable en la zona de la calle Jaime I que hemos de entender como el precedente de un oppidum ibérico de dimensiones importantes, que conocemos como Tarrakon. Cerca de esta ciudad ibérica, en el 218 a.C., en los primeros momentos de la Segunda Guerra Púnica, se instala una base militar romana obedeciendo a los intereses estratégicos de la República durante las operaciones militares y posterior conquista de Iberia. En época republicana el asentamiento castrense pasa a ser la base de Roma en la conquista peninsular, que cristaliza en una ciudad en el siglo II-I a.C., y la consecución del status de colonia en tiempos de Julio César. Se establece una primera dicotomía urbana, praesidiumoppidum que con el tiempo se funde en una sola realidad urbana, Tárraco, pero que reaparece en la antigüedad tardía y en época medieval. Y no es hasta bien entrado el siglo XIX cuando se vuelven a unir urbanísticamente los espacios de la Parte Alta con la zona del antiguo asentamiento ibérico y el puerto.

Con Augusto se consolida su papel político administrativo como capital de la Hispania Citerioris. Es a partir de entonces, y especialmente en el siglo I cuando Tárraco sufre un espectacular proceso de monumentalización con la erección de los grandes edificios de espectáculos, termas y especialmente la urbanización de la antigua base militar en lo alto de la colina, erigiéndose el complejo del Concilium Provinciae Hispaniae Citerioris. El territorium se va organizando ya en época republicana, con diferentes centuriaciones y el nacimiento de villae, entre las cuales hemos de destacar las de los Munts (Altafulla) y Centcelles (Constantí). La evolución de la ciudad a lo largo de la época antigua tiene su inflexión en la antigüedad tardía, de manera que Tárraco va perdiendo peso a favor de Barcino y Toletum. Tras la invasión árabo-bereber de principios del s. VIII podríamos decir que Tarragona se desvanece como urbe, y no se recupera hasta los siglos XI-XII tras la restauración de la sede episcopal (1091).

En el espacio de la antigua sede del Concilium, en la llamada Parte Alta se desarrolla la ciudad medieval y de época moderna, adaptando la trama urbana y las construcciones a los extraordinarios restos de época romana. Paralelamente en la zona del antiguo puerto y emporio romanos se va desarrollando un barrio portuario que tiene su principal impulso en el siglo XIX. El ensanche urbano a mediados de dicha centuria, con el derribo de las fortificaciones de los siglos XVI-XIX, y de pasada lo que quedaba de las romanas en la zona baja, permite la unión de ambos espacios, dando paso a lo que a lo largo del XX será la configuración de la actual Tarragona.

El importante legado romano de Tarragona ha enmascarado hasta cierto punto el legado de otras épocas. Un ejemplo es el yacimiento paleontológico y prehistórico de la Boella, o las pinturas rupestres de l’Apotecari, Patrimonio Mundial de la UNESCO (1998), la catedral más grande de Cataluña o las fortificaciones de los siglos XVI-XIX presentes y desconocidas a un mismo tiempo. A pesar de todo, el referente de Tarragona es Tárraco y su transformación a lo largo de los siglos.

La convivencia de una ciudad del siglo XXI con tan amplio y vasto pasado es antoja compleja, complicada y a un tiempo enriquecedora. Entran en juego variables y necesidades paralelas al tiempo que tangentes: el conocimiento histórico, su protección y conservación en una ciudad en crecimiento, y puesta en valor y su socialización. Hay pues una compleja y problemática dialéctica muchas veces de difícil solución como es la protección de este patrimonio histórico, su gestión, y su día a día en una ciudad en constante crecimiento. Finalmente, la inclusión del Conjunto Arqueológico de Tárraco en la lista del Patrimonio Mundial de UNESCO, conlleva a un compromiso tanto institucional como ciudadano.

El Conjunto Arqueológico de Tárraco se forma por catorce monumentos, diez de los cuales se hallan en el municipio de Tarragona: Murallas, Recinto de Culto Imperial, Foro Provincial o Plaza de Representación, Circo, Anfiteatro, Foro de la Colonia, Teatro, Necrópolis Paleocristiana, Torre de los Escipiones, Cantera del Médol, Acueducto romano/Puente del Diablo. A ellos se ha de sumar las villas de los Munts y Centcelles y el Arco de Berá. Hemos de sumar también las pinturas rupestres del Abric de l’Apotecari que forman parte del conjunto del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo, incluido en la Lista de Patrimonio Mundial en 1998.

A ello hemos de sumar otros elementos del territorio que hacen de la provincia de Tarragona sea una de las regiones europeas con más elementos reconocidos por la UNESCO, lo cual es sin duda un activo para la promoción y protección del territorio. Así tenemos el Real Monasterio de Santa Maria de Poblet (1991), los castells (torres humanas) y la dieta mediterrània que forman parte del Patrimonio Cultural Immaterial desde 2010 y 2013. El Delta del Ebro forma parte de la Lista de Reserva de la Biosfera (2013) y se ha iniciado el expediente para que la comarca vinícola del Priorato sea incluida en la Lista del Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural.

La inclusión del conjunto en la Lista de UNESCO el año 2000 ha sido sin lugar a dudas un revulsivo y ha marcado una nueva fase para entender el patrimonio de la ciudad, no sólo por las instituciones, sino también por la sociedad civil. Se toma conciencia de su importancia, de su valor, y se entiende no sólo como un patrimonio exclusivo de élites, intelectuales o turistas, sino como una realidad y un compromiso ciudadano. El éxito de Tárraco Viva es un ejemplo elocuente.

Tarragona como sociedad urbana del siglo XXI es compleja y se caracteriza entre otras, por una masa crítica importante, a veces difícil de contentar, pero que tiene claro que el Patrimonio Histórico es uno de sus activos. Y no se entiende o se ha de entender como una rémora o un fósil. Se ha de ver Tarragona como una ciudad viva, pero con un importante activo patrimonial y cultural, en el cual el pasado romano es su núcleo. Tárraco se transformó y generó Terracona y a su vez Tarraquna, y luego la Tarragona por turno medieval, moderna, del siglo XIX, contemporánea y actual.

La socialización del Patrimonio de la ciudad, con eje central en Tárraco es uno de los compromisos más importantes. La aplicación de nuevas tecnologías, de los conceptos smart heritage y smart city entran en juego. Como también lo hacen actividades de corte más clásico como el programa de Tarragona Radio, Tarragona Història, o la reciente iniciativa de exposiciones temporales sobre los monumentos en los diferentes centros cívicos. Se quiere así acercar el Patrimonio histórico a los barrios, que muchas veces se sienten ajenos a la realidad de la ciudad, acercándolos al centro histórico. Otra actividad altamente positiva es L’escola adopta un monument (La escuela adopta un monumento) en la cual los centros educativos centran una serie de actividades alrededor del conocimiento, puesta en valor de un monumento determinado, a ser posible en su radio de acción.

La participación activa en el Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad y en proyectos europeos permite el intercambio de alumnos entre las ciudades (Conocer las Ciudades Patrimonio), o participar activamente en los programas Comenius Regio de la Unión Europea. En este contexto la acción del departamento de Educación del Ayuntamiento, junto a la extraordinaria oferta docente del Camp d’Aprenentatge de la Generalitat de Catalunya, son primordiales.

Hablar de Tarragona es hablar de su pasado, de su Patrimonio, de sus gentes. Pero hablar de los tarraconenses es hablar de su Patrimonio y de su ciudad. Y hablar del Patrimonio de Tarragona es hablar de los tarraconenses y de la ciudad. No se pueden separar. En Tarragona el paisaje urbano es esto, ni más ni menos.

Criterios de inscripción

Criterio (ii): Los restos romanos de Tárraco son de excepcional importancia en el desarrollo del urbanismo romano y su diseño y fueron modelo para las capitales provinciales de todoel mundo romano.

Criterio (iii): Tárraco proporciona un elocuente y único testimonio de un momento de la historia de las tierras mediterráneas en la antigüedad.

Referencias históricas

  • S. V a.C. Poblado ibérico de Tárrakon en la zona baja de la ciudad.
  • 218 a.C. segunda guerra púnica (218-201), Publio Cornelio Escipión desembarca en Emporion (Ampurias) y organiza su ejército en Tárrakon. Victoria de la batalla de Kesse.
  • 197 a.C. Inicio de la conquista romana de Hispania, que se divide en dos provincias, Hispania Citerior y Hispania Ulterior. Construcción de la primera fase de muralla.
  • 195 a.C. Tárraco se convierte en base de operaciones para sofocar la rebelión indígena por parte de M. Porcio Catón.
  • 150-125 a.C. Renovación y extensión de la muralla. Inicio de la explotación de la cantera romana del Médol.
  • 27 a.C. Augusto concede a Tárraco el título de capital de la provincia Hispania Citerior.
  • 27-25 a.C. Estancia de Augusto en Tárraco. La ciudad se convierte en el centro político del imperio. Construcción de Teatro y gran reforma del Foro de la Colonia. Construcción del Arco de Berà
  • 12-6 a.C. Reforma de la Vía Augusta.
  • 15 Construcción del templo de Augusto tras su muerte (14).
  • 50 Con Tiberio y Claudio, inicio del culto imperial en Tárraco, y grandes reformas urbanas de la Parte Alta. Construcción de la Torre de los Escipiones.
  • 70 En tiempos de Vespasiano, construcción de la Plaza de Representación del Concilium Provinciae Hispaniae Citerioris.
  • 81-96 Construcción del Circo en tiempos de Domiciano.
  • 100-120 Construcción del anfiteatro.
  • 122-123 Estancia de Adriano en Tarraco con la celebración de una asamblea del Conventus. Restauración del templo de Augusto. El emperador sufre un ataque frustrado por parte de un esclavo. La ciudad tiene la máxima extensión urbana, 90 Ha, con una población aproximada de 20.000 habitantes. Gran ampliación de la villa romana dels Munts (Altafulla).
  • Finales siglo II Abandono de la zona del Teatro romano.
  • 218 Remodelación del anfiteatro en tiempos del emperador Heliogábalo (218-222).
  • 250 Primeras inscripciones cristianas.
  • 260 Invasión de los francos. Edicto de tolerancia de Galieno. Incendios en los extrarradios de la ciudad y primeros síntomas de retracción urbana.
  • 284-305 Reformas de Diocleciano con la reducción del territorio de la Tarraconense.
  • S. IV Incendio y abandono del Foro de la Colonia. Primeros síntomas de abandono urbano de la zona central intramuros. La ciudad se bipolariza entre la zona portuaria y la sede del Concilio Provincial-zona oficial en la Parte Alta Restauración de las termas montanae y recuperación urbana de la zona portuaria.
  • 360 Invasiones germánicas.
  • 385 El obispo Himerio, metropolitano de la provincia y primacía de la diócesis de Hispania.
  • 391 El Cristianismo se convierte la religión oficial del Imperio. Auge de la necrópolis paleocristiana del Francolí, construcción de la sede episcopal y monasterio en la misma.
  • 476 Tras la invasión de Eurico, Tárraco entra a formar parte del reino visigodo de Tolosa. Fin del imperio romano de Occidente. Inicio de la construcción del conjunto visigótico de Plaza Rovellat. La sede del antiguo Concilio Provincial se convierte en zona de hábitat.
  • Principios del siglo VI Últimos enterramientos en la necrópolis del Francolí. Transformación del Recinto de Culto Imperial en nueva sede episcopal. Construcción de la basílica visigótica del Anfiteatro, espacio de culto de los mártires Fructuoso, Augurio y Eulogio. La ciudad se bipolariza en el barrio portuario y la Parte Alta.
  • 713-714 Conquista árabo-bereber de Tárraco. La ciudad deja de ser una realidad urbana hasta la restauración de la sede episcopal en 1091.

Fuente : https://whc.unesco.org/en/list/875/

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