Guadalajara (México)

Informaciones generales

Estatuto administrativo

Capital del estado de Jalisco

Hospicio Cabañas de Guadalajara

Año de inscripción

1997

Función histórica

Social

Localización y sitio

Ubicado en Guadalajara, en la región central del oeste de México, el Hospicio Cabañas fue fundado a principios del siglo XX, para ayudar a los más desfavorecidos: huérfanos, ancianos, discapacitados e inválidos crónicos. El arquitecto Manuel Tolsá diseñó un complejo principalmente neoclásico a gran escala, que cubre 2,34 hectáreas. A pesar de su tamaño, el carácter único del hospicio resulta principalmente de la sencillez de su concepción, principalmente de sus dimensiones, de la harmonía entre sus edificios y de los espacios exteriores. El conjunto está diseñado según un plano rectangular que mide 164 metros por 145 metros y contiene un complejo de edificios de un solo piso dispuestos alrededor de una serie de veintitrés patios que varían en tamaño y características.

Morfología urbana

El fundador del hospicio, el Obispo Cabañas, encargó un diseño que respondiera a sus exigencias sociales y económicas a través de una sobresaliente solución de gran sutileza y humanidad. La escala de un solo piso, los pasadizos cubiertos entre los edificios y las arcadas que atraviesan la mayoría de los patios, fueron diseñados para la comodidad de sus residentes, lo que les permitía moverse libremente. La luz y el aire proporcionados por los espacios abiertos estaban destinados a favorecer la curación. Además, fue uno de los objetivos del Obispo Cabañas educar a los residentes a través del aprendizaje de un oficio. Por ejemplo, los corredores del hospicio tenían espacio para establecer uno de los primeros talleres de imprenta de Guadalajara  en el que, durante el siglo XIX, se publicaron innumerables textos.

La única excepción a la altura uniforme de 7.5 metros del complejo se encuentra en su eje central con la capilla y la cocina. La cocina está coronada por una cúpula en forme de platillo y una linterna pequeña. Es la capilla, sin embargo, que es la característica visualmente dominante del hospicio con su imponente cúpula de 32,5 metros.

Criterios de inscripción

Criterio (i): El Hospicio Cabañas es un complejo arquitectónico único, diseñado para responder a las necesidades sociales y económicas de alojamiento de los enfermos, ancianos, jóvenes y pobres, a quienes proporciona una sobresaliente solución de gran sutileza y humanidad. Los frescos de José Clemente Orozco se consideran como obras maestras del arte mexicano.

Criterio (ii): El conjunto de frescos de la capilla del Hospicio, especialmente la alegoría El Hombre de Fuego, es considerada como una de las obras maestras de pintura mural del siglo XX y tuvo una profunda influencia cultural más allá del continente americano.

Criterio (iii): El Hospicio Cabañas es un edificio único dedicado al bienestar público y que demuestra el espíritu humanitario excepcional de su fundador y creador, el Obispo Juan Ruiz Cabañas.

Criterio (iv): El Hospicio Cabañas es una realización sobresaliente del famoso arquitecto Manuel Tolsá, construido principalmente en el estilo neoclásico, una solución arquitectónica radicalmente diferente de la concepción clásica de la época. En aquella época y todavía hoy en día, la escala de los edificios de un solo piso que facilitan los desplazamientos de los pacientes, de los amplios espacios abiertos que otorgan aire y luminosidad y que tienen una meta terapéutica, de los amplios pasadizos entre los distintos edificios, iluminados y ventilados naturalmente, cubre 2,34 hectáreas y es considerada como monumental.

Referencias históricas

Este hospicio se creó a principios del siglo XIX para dispensar cuidados y ofrecer asilo a toda suerte de desamparados, ya fuesen huérfanos, ancianos, discapacitados o inválidos. El conjunto arquitectónico es único en su género porque, a diferencia de los centros análogos de su época, presenta una serie de elementos absolutamente originales, especialmente concebidos para satisfacer las necesidades de los asilados. Son especialmente notables la sencillez de su trazado y sus dimensiones, así como la armonía lograda entre los edificios y los espacios al aire libre. A comienzos del siglo XX, la capilla fue ornamentada con un conjunto de frescos soberbios debidos al pincel de José Clemente Orozco, uno de los grandes muralistas mexicanos de la época. Estas pinturas se consideran hoy en día una gran obra maestra del arte mejicano.

Fotos