Localización y sitio

Bordeando la meseta de Castilla la Vieja, Avila está situada en un promontorio que domina la orilla derecha del río Adaja, un afluente del Duero.

Morfología urbana

El conjunto de la ciudad vieja, de forma alargada, se extiende entre la meseta y el río. En los cuatro grandes ejes, que datan de la época romana, se articula una red medieval, irregular, de calles estrechas y sinuosas y de plazoletas.

La muralla de 2,5 km, con sus nueve puertas y sus ochenta y dos torreones, es un modelo de arquitectura defensiva medieval. Por su estructura y sus materiales (algunas piedras talladas reutilizadas), recuerda también principios urbanísticos romanos. Dentro del recinto, un paisaje de piedra, en el que la Catedral (s. XII-XIV) está integrada al sistema defensivo. Durante la Reconquista, Avila constituía la frontera del Islam; son numerosos los edificios de carácter religioso. La función defensiva y la función religiosa están estrechamente ligadas.

Criterios de inscripción

«Avila es un ejemplo notable de ciudad fortificada de la Edad Media que ha conservado íntegramente su recinto amurallado. La densidad de los monumentos civiles y religiosos es excepcional» (III). «Es el ejemplo más célebre de las ‘repoblaciones’ iniciadas por el Reino de Castilla después de ser reconquistada Toledo» (IV).

Referencias históricas

• En el siglo VIII, los árabes conquistan casi toda la Península Ibérica. En esa época, Avila es una ciudad de importancia reducida.
• En el siglo X, el Califato de Córdoba extiende su autoridad sobre toda la España musulmana. La expansión cultural y espiritual del Islam alcanza su cenit y rebasa ampliamente las fronteras de la península.
• Tras la fragmentación de la España musulmana, se inicia la Reconquista (1085) y, con ella, la consolidación de la unidad espiritual del Reino de Castilla. Se asiste entonces al auge de Segovia, Salamanca y Avila, iniciándose la construcción de las fortificaciones de esta última en 1090. Avila está entre las primeras en defender el mundo cristiano.